martes, 14 de octubre de 2008

La fiesta inolvidable

LA FIESTA INOLVIDABLE

El éxito de la revista HORTENSIA en el año 72 nos sorprendió a todos, a los que la hacíamos y a los que la leían. Fue increíble, de su primer numero se tiraron dos mil ejemplares que se distribuyeron en el centro de CORDOBA por la mañana, a la tarde se había transformado en un incunable. No quedo ninguna y no se consiguió más. A los quince días ALBERTO COGNINI decidió aumentar la tirada en quinientos ejemplares , después de todo era una revista del interior con un humor costumbrista que trataba de imitar el acento local y no creía que la desaparición del primer número se debiera a la pegada que había hecho en el público .La fórmula era mas que simple , imprimir los chistes que la gente decía en la calle con ese acento tan particular de CORDOBA que acentúa y estira ciertas vocales y que es difícil de reproducir para los imitadores profesionales. Alberto invento el idioma cordobés, digamos que fue el primero que hizo hablar a personajes de historieta con tonada, si uno lo piensa es prácticamente imposible si no se cuenta con la complicidad del público. El éxito fue sostenido, el público creció, se hizo objeto de culto se la leía en las radios donde los locutores nativos hacían gala de sus orígenes. Fue la rampa de lanzamiento de toda una generación de humoristas que hoy son famosos, no abundare en nombres, nos divertíamos mas que los lectores y ese tal vez fuera el secreto. Hortensia llego a tirar ciento diez mil ejemplares, se distribuyo en todo el país y aún hoy dicha marca no fue superada por ninguna publicación de cualquier genero en el interior del país. El éxito de la revista nos permitió miradas mas serenas sobre el genero y hacer que se acercaran estudiosos para explicarnos lo que hacíamos. Fue una fiesta mientras duro, negros nubarrones comenzaban a cubrir la ARGENTINA. A pesar de todo se hicieron encuentros memorables como consecuencia de este éxito LAS BIENALES DEL HUMOR son un ejemplo. En el año 79 gracias al esfuerzo de la gente de HORTENSIA y al apoyo de toda la ciudad se concreto la primera bienal internacional. Caminaban por el centro de la ciudad OSKI, QUINO, GARAYCOCHEA, SASTURAIN, SACCOMANO, BRECCIA, TODOS LOS BRECCIA, TRILLO departían con el público CALOI, FONTANARROSA, ORTIZ , PEYRO , COGNINI, todos los historietistas de EDITORIAL COLUMBA y no se cuántos mas , se respiraba tinta, había extranjeros también . El momento inolvidable de aquellas noches ocurrió en un bodegón llamado LA CASONA que como su nombre lo indica era una antigua casa adaptada para restaurante cuyo dueño CARLOS TAMAME músico y parrillero era otro colaborador del encuentro. Una mesa enorme albergaba lo mejor del arrabal, estaban casi todos los invitados del exterior, en otros lugares de la ciudad se repetían cenas similares. Entre vino y vino y como siempre sucede entre dibujantes comenzamos a dibujar las servilletas, los manteles y no sé a quien se le ocurrió pedirle a los maestros que dejarán un recuerdo en las paredes .Hermenegildo SABAT dibujó un ANIBAL TROILO enorme en la pared que estaba a mis espaldas , JOE KUBERT hizo un tarzán que no llegaba a HOGART pero estaba cerca ,MOEBIUS o GIRAUD como prefieran se mandó un pterodáctilo con esos personajes con cabeza de huevo , todos con una habilidad asombrosa .A mi lado estaba JOSE LUIS SALINAS le ofrecí un lápiz 6b al que recién había sacado la punta y frente a mis ojos pude ver la magia de uno de mis ídolos de la infancia . La pared pintada a la cal registraba cada trazo de ese caballo perfecto , sin ningún titubeo como si algo superior lo estuviera dirigiendo , sobre el caballo apareció un cowboy saludando con todos sus detalles y proporciones, pensé que el personaje me saludaba , que EL CISCO KID me miraba pero no era así VICTOR DE LA FUENTE se levantó tomó el lápiz de la mano de SALINAS y se mandó un indio de espalda sobre otro caballo de espalda casi con el mismo estilo y las mismas proporciones que armaban un mural que ni FREDERICK REMINGTON hubiera hecho mas rápido y mas preciso. No había una cámara digital, la cal se ensucia,la vida sigue, los restaurantes cambian de dueño y el boliche tiene que estar impecable sin esos garabatos que dejaron los que estaban antes.

2 comentarios:

Marcelo Froia dijo...

Hasta 1978 viví en Córdoba (para ser mas exacto, Ticino, un pueblito cerca de Villa María)pero curiosamente no tengo recuerdo de Hortensia sino hasta que veníamos a Santa Fe a visitar a mis abuelos. O sea, mis padres no leían Hortensia pero sí sus amigos santafesinos, y mucho mas luego yo, cuando en un canje de revistas me encontré con un montón de números viejos de Chaveta y Negrazón. Recuerdo que en uno de los números hasta estaba el primer Inodoro y el primer Bogie (y no olvidar la máquina de hacer pájaros...). Pero el tiempo y las mudanzas y tal vez malos amigos me han hecho perder esas maravillas de mi adolescencia, de la que apenas retengo algunas Mengano y una colección de Satiricón adquirida recientemente. Dudo que ustedes se hayan divertido más que nosotros, seguramente lo hacían más tiempo, ya que la lectura se agota en un par de horas...

Diego A. Parés dijo...

¡Qué maravilla! Que monstruos!