No estaré allí cuando la estrella muera.
Ni cuando vieja y sitiada
entregue el brillo de rancia meretriz,
húmeda en babas.
Estaré lejos
o seré nada
al momento de ver cómo deglute su rendido espejo,
y escupe,resignada,
el polvo de los tiempos.
No estaré allí
o seré nada,
cuando el último jadeo de una estrella me piense.
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