martes, 17 de julio de 2012


Qué son ochenta años frente a la eternidad ? si para Gardel veinte años no eran nada, ochenta para la inmortalidad son apenas un suspiro. Muy pocos son los que logran trascender los limites del tiempo con su obra , en el caso de Quino trasciende no solo el tiempo si no los límites del genero. Mafalda,  la contestataria niñita con reminiscencias de la Pequeña Lulú y María Luz de Bataglia, puede nombrar una medialuna con jamon y queso en el medio , una guardería o una empresa de transporte , todos ilícitos que escaparon del ojo celoso de Alicia , la mujer de Quino que cuida que todos los derechos sean abonados como corresponde. Mafalda se reedita año a año casi tanto como el Quijote o el Martín Fierro , en tapas duras o blandas , en agendas o en internet . Hemos leído y releído las tiras en diarios de todo el mundo y pareciera que siempre son una novedad. Eso por un lado pero si nos detenemos en sus dibujos sin palabras notaremos que son de una universalidad apabullante desde antes que se llamara globalización. Ziraldo, por citar solo uno de los grandes humoristas de latinoamérica dice que cuando piensa en la esencia , en la cúspide , en el ejemplo , en la virtud del humor grafico solo se le ocurre Quino. Así es , ese señor serio un poco melancólico que dice cosas tan inteligentes como las de la niña de pelo renegrido con forma de casco, que gusta del buen vino de Mendoza y puede estar en París, Madrid o Buenos Aires ,es un autor clásico que convive con nosotros sin que nos demos cuenta.

Que los cumpla felíz, maestro

remake

sábado, 14 de julio de 2012

Crist X Carmen Nani

CRIST, DESDE OTRA MIRADA, por Carmen Nani

Decir que conozco a Cristobal sería una osadía. Sí, lo he tratado como compañero de vida de una muy generosa querida amiga.
Me impresionó por su sencillez y su don de gente. Amante del humor, me inspira un profundo respeto. Se ríe de la vida y ese desenfado lo transmite no sólo en su arte si no también en lo que dice:
"De vez en cuando expongo, pero no me hago mucho el artista. Para hacer una carrera tenés que dedicarle la vida; lo que yo hago es darme el gusto", dice sobre su labor artística.
Cuando en 1976 Charly García comienza con la banda “La máquina de hacer pájaros” se inspira en una historieta de Crist para bautizar al grupo. La historieta se llamaba "García y La Máquina de Hacer Pájaros" La banda se llamó al principio "Charly García y La Máquina de hacer Pájaros", aquí fue cuando Carlos García Moreno empezó a llamarse Charly. Pero finalmente el nombre fue simplemente "La Máquina de Hacer Pájaros", y el nombre de la placa fue como el de la tira “García y La Máquina de hacer Pájaros”.
Según el propio García: “El nombre era muy bueno para lo que yo quería hacer, una cosa “sinfoniosa”, con vuelo”. Cuando fue consultado por el significado aclaró que los pájaros vendrían a ser el vuelo de su música y la maquina la batería tecnológica/humana que la genera. Crist realizó la historieta que aparece en la tapa y contratapa, para el disco, en dónde el protagonista presentaba a la banda a la como "un pájaro progresivo".
¿No existe, en las palabras de éste personaje un destello de ironía, aliada incondicional del humor del más alto vuelo?
Todos lo conocen como humorista y dibujante – cartoonist- A mí, sin embargo, me intriga su juego de palabras… Lector apasionado y muy agudo, hace uso de su conocimiento del lenguaje para, de alguna manera, “tomarnos el pelo”.
Me lo imagino escondido detrás de alguna de sus historietas, espiándonos, esperando nuestra reacción ante el comentario de alguno de sus dibujos. Entonces, sonríe, con una sonrisa tierna como sólo puede tener una persona que ha ilustrado un libro para niños: Bichoscopio de Laura Devetach.-
Pero volviendo a las palabras y al juego que Crist propone, por ejemplo La tinta esencia de Crist:
En la Edad Media, la quintaesencia (latín quinta essentia) era un elemento hipotético, también denominado éter. Se le consideraba un hipotético quinto elemento o "quinta esencia" de la naturaleza, junto a los cuatro elementos clásicos: tierra, agua, fuego y aire. Para se más clara, la quinta esencia, se refiere a lo más puro, más fino y acendrado de alguna cosa y/o persona. Cristóbal cambia, y ahí detecto su juego de palabras, quinta por tinta fusionando así, lo que hace, con la persona que es; más aún, me permito aventurar, Crist toma lo que percibe de las personas, del mundo en que vivimos, y lo plasma en situaciones desopilantes que terminan siempre arrancándonos una sonrisa...

viernes, 6 de julio de 2012

particulas




El azul Cuquejo
>>
>> Por Crist (Cristóbal Reinoso)
>>
>> La maestra, frente al curso de nivel primario en Villa Azalais, se dirige
>> a los alumnos en su clase de pintura.
>> Como ustedes saben, los artistas se valen de los materiales para expresar
>> sus vivencias, sentimientos y cuanto ocurra en su interior. En el caso de
>> la pintura, los diferentes matices pueden recordarnos objetos de uso
>> cotidiano o paisajes familiares. Como ejemplo, les daré el azul cielo.
>> Hizo una pausa y, dirigiéndose a la alumna que tenía más cerca, le
>> preguntó:
>> -Clarita, ¿entendiste lo que trato de explicarles? ¿Recordás algún color
>> que te represente algo familiar?
>> Clarita, meneándose como todos los chicos de una escuela de barrio, y sin
>> titubear, citó al "amario paaatito", con un acento más cordobés que la
>> Cañada.
>> Muuuy bieeen, dijo la maestra, alentando a otros a que dieran sus
>> ejemplos, al igual que Clarita. El "verde booootea", indicó un morenito
>> de
>> la segunda fila. "El Chunchula", que estaba sentado al fondo y había
>> repetido el año tres veces, vio la única oportunidad de su vida para
>> lucirse, y levantó la mano.
>> -A ver, "Chunchula", denos su ejemplo.
>> -El negro culiau -pronunció en cordobés básico.
>> Antonio Seguí cuenta una versión sintetizada del mismo cuento: "La
>> maestra
>> pregunta:
>> -¿Cuáles son los colores primarios en Córdoba? "Chunchula" contesta:
>> -El amario paatito, el verde bootea y el negro culiau". Pabras más,
>> palabras menos, es el mismo cuento que divertía a Cuquejo mientras, con
>> una habilidad asombrosa, hacía la caricatura del que tenía enfrente,
>> muchas veces en condiciones críticas de luz, sobre el papel menos
>> recomendado para dibujar, que podía ser una hoja de diario, un trozo de
>> papel de astrasa que había sostenido una empanada y limpiado un poco de
>> lápiz labial, y, en el mejor de los casos, una hoja de cuaderno de rayas
>> azules. Nada impedía que apareciera la magia. Y estos pequeños
>> inconvenientes, que hubieran desalentado a cualquier artista puntilloso,
>> parecían estimular al enorme artista que escondía su figura retacona
>> mezcla de Trotsky y Picasso. Si Gardel cantaba contra tres guitarras,
>> Cuquejo dibujaba contra cualquier elemento, y a la distancia destruye el
>> mito de la nobleza del material como único soporte válido para lograr la
>> trascendencia. Sus dibujos, hechos en infinitas madrugadas en un esfuerzo
>> gentil que sólo buscaba la fugaz aprobación del retratado y un gesto de
>> admiración de los presentes, tendrán eternamente en mi corazón el sabor
>> de
>> la clase magistral, no sólo por la solidez de los dibujos de un maestro
>> sino por el desprecio por cualquier sospecha de afectado profesionalismo.
>> Su autocaricatura era una suerte de marca registrada que dejaba después
>> de
>> compartir los vinos, los tangos que cantaba y alguno que otro ovillejo
>> dedicado a alguna celebridad en decadencia. Raúl Diego Cuquejo, por las
>> calles de Córdoba te vas poniendo viejo, decía a la vez que hablaba de
>> Cezanne y, recostado en un rincón de cualquiera de los bares que
>> visitábamos, sostenía que la historia de la pintura podría estar
>> sintetizada en una manzana pintada con esa frescura. Su pintura era
>> profunda, y nada del virtuosismo que ofrecía en sus dibujos aparecía en
>> su
>> obra. Esos paisajes silenciosos rodeados de misterio, con una ausencia
>> total de la gente con la que compartíamos la noche, inmersos en esos
>> azules de una Córdoba ideal, eran su sello personal. Tal vez al negro
>> "Chunchula" le haya faltado en su lista de los colores primarios de
>> Córdoba el azul Cuquejo.