lunes, 21 de mayo de 2012
III Salón de Humor del MERCOSUR
III Salón de Humor del MERCOSUR
Santa Maria cheia de graça
Fermín Hontou (Ombú)
EN LOS PRIMEROS días del mes de mayo tuvo lugar en Santa María (no la de Juan Carlos Onetti), en Río Grande del Sur, el III Salón de Humor del MERCOSUR, que premió tres trabajos gráficos de un total de casi 500 envíos de todo Brasil y de varios países del mundo.
El evento fue promocionado por la Prefeitura de Santa María –mediante su Secretaría de Cultura–, financiado por el gobierno del estado de Río Grande del Sur y patrocinado por la cadena de zapaterías ENY, y contó con la realización y gestión de Chili Producciones, a través de su gestora, la joven y emprendedora Rose Carneiro.
Para la elección de los ganadores y premiados fue invitado un jurado compuesto por Luis Fernando Verissimo, conocido escritor y cronista de humor brasilero que supo ser caricaturista de prensa, además de publicitario, guionista de televisión, autor teatral y músico (más precisamente saxofonista, integrante de Jazz 6 & L F V, el menor sexteto del mundo, porque sólo tiene cinco componentes).
También, representando a Argentina, estaba Crist (Cristóbal Reinoso), gran dibujante nacido en Santa Fe, pero que hace mucho que vive en Córdoba. Nacido en 1946, Crist publica desde su juventud en múltiples revistas satíricas de su país, entre ellas Rico Tipo, Patoruzú, Satiricón, Hortensia, Mengano, Súper Humor, además de El Jueves y Playboy de España, y desde 1973 diariamente en la contratapa del diario Clarín. Crist ha sido premiado numerosas veces en concursos y eventos dedicados al humorismo gráfico en todo el mundo (incluso en Uruguay, en concursos organizados por el Museo del Humor y la Historieta, de la ciudad de Minas). También ha editado varios libros con recopilaciones de sus mejores trabajos, entre los últimos: La tinta esencia de Crist o La pasión de Crist.
Representando a Uruguay viajó Fermín Hontou (Ombú), o sea eu...
La tarea de los jurados fue simplificada por el comité organizador (formado por los dibujantes locales Máucio y Byrata, entre otros), ya que éste seleccionó casi 70 finalistas de entre los cuales surgieron los tres ganadores y las cuatro menciones honrosas.
El primer lugar fue para el trabajo titulado “Invasão Chinesa”, de Botega, dibujante de Porto Alegre. Su trabajo es un gigante dragón chino que abarca el mundo entero, una preocupación cada vez más recurrente en Occidente. El segundo lugar fue para otro gaúcho, el arquitecto Edgar Vasques, uno de los más talentosos y reconocidos dibujantes de todo Brasil, nacido en 1949, que con su obra “Mata Mundi” nos recuerda la región donde un veterano gaucho riograndense le ofrece un chimarrão con la forma del mundo a un sorprendido gurí gaúcho.
El tercer puesto fue para el paulista Mello con su cartón titulado “Crise Européia”, de dibujo anamórfico y un audaz planteo gráfico y conceptual. También hubo cuatro menciones honrosas para los trabajos del ucraniano Kosobukin, con un cura que trata de comunicarse con Dios por intermedio de su celular; el dibujante de San Pablo Júnior Lopes y el riograndense y premiadísimo Santiago (Neltair Rebés Abreu), gran amigo y cálido anfitrión de la ciudad de Porto Alegre, donde vive y trabaja desde su juventud.
También hubo una mención para un artista de China, Bilig Ba, con su cartón “Play” sobre la guerra y algunos juegos infantiles.
La consigna o el tema del salón fue: mundo, un tema tan amplio, capaz de englobar los más variados abordajes o enfoques.
Hasta aquí los datos básicos del evento... pero es necesario aclarar que un encuentro de estas características, organizado por un país, Brasil, y una región dentro de ese país, Río Grande del Sur, es algo que genera una sana envidia y es un ejemplo a imitar. También hay que decir que este no es el único salón de humor que se realiza en Brasil.
Están, por supuesto, el Salón Internacional de Piracicaba, en San Pablo, que en 2003 ya iba por su trigésima edición, y el Salón Internacional de Dibujo para Prensa, de Porto Alegre, y muchos otros que se hacen en otras partes del gigantesco país.
En todos esos concursos (anuales o bianuales) participan dibujantes (o cartunistas) del mundo entero, y todos esos concursos cuentan con premios en dinero, catálogos bien impresos, exposiciones y homenajes a consagrados dibujantes de Brasil.
También me parece importante señalar el trato amistoso y abierto de todos los organizadores y promotores del salón, y la presencia constante de un público inquieto y curioso, que no sólo festeja a los reconocidos artistas brasileños sino que se acerca a conocer e investigar otras maneras y lenguajes humorísticos de las más diversas regiones del planeta.
Aquí conviene subrayar el cariño especial de los riograndenses hacia nuestro pequeño país, cuyas fronteras tienden a difuminarse... país al que sienten como alguien cercano, fraterno y afín a una cultura y a un tipo de humor compartido por gente de un mismo lugar del ancho mundo.
Cuando uno va al sur de Brasil es corriente escuchar nombrar a Juceca (Julio César Castro), a Alfredo Zitarrosa, a payadores como Carlos Molina o escritores como Juan José Morosoli, Francisco Espínola, o películas como El baño del papa o Whisky, y sorprenderse cuando un muy buen baterista de jazz, de evidente ascendencia indígena, dado su aspecto juvenil y su pelo renegrido (sin tinta) a pesar de pasar con luz los 60 años, recuerda emocionado cuando conoció a Hugo Fattoruso en una formación que acompañaba a Djavan, tocando una música increíble en un pianito “pra crianças”, un sencillo “brinquedo” que el ex shaker tuvo que usar pues le habían robado su instrumento, y del que arrancaba sonidos y músicas que dejaban boquiabiertos a sus colegas brasileros.
Toda esa cercanía, esa afabilidad, ese cariño, ese humor, ese disfrute de la vida, esa vida que es una jóia que los hermanos del país gigante del norte nos hacen sentir cada vez que los visitamos.
Y por supuesto la lengua, esa língua portuguesa de Pessoa, de Eça de Queiroz, de Vinícius de Moraes, de João Gilberto, de Chico Buarque y Caetano Veloso, de Clarice Lispector y Maysa Matarazzo y de Guimarães Rosa... ese sonido único, musical y cantarín (que muchas veces no entendemos del todo) pero que nos hace mirar al mundo enriquecidos, con ese jeito y esa felicidade...
Ahora, de vuelta en el casi invernal “Montivideu”, no queda otra cosa más que entregarse a esa palabra única e irrepetible... la saudade.
Montevideo, noite da quinta, 17 de maio de 2012.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario